El pasado viernes, 25 de abril de 2025, estuvimos en Xàbia Folk con Ataxía , formación nacida en Valencia que interpreta piezas de creación propia y recogidas de la tradición griega y del Asia Menor, destacando el género rebétiko como actitud política y carácter musical del grupo. Otra edición de Xàbia Folk quedaba de esta manera inaugurada, el festival primaveral de música folklórica que genera un espacio de encuentro entre músicas populares del Mediterráneo y sus múltiples influencias vecinas.
Ataxía se constituye como un núcleo poroso que estima y se nutre de colaboraciones con diferentes músicos, siempre en movimiento, como los flujos migratorios que van perfilando al grupo y las actuaciones. Ataxía es música eminentemente folclórica: percutida, pulsada y declamada, estremece y envuelve a quien se entrega al acto de escucha. Esta vez fueron seis los intérpretes que ofrecieron el concierto en Xàbia.
Julia Badenes es voz, percusión y guitarra, Alberto Mateo al oud y Xavi Alamán al bajo, los tres asentados en la terreta; Andreas Melas a la voz, lauto y baglamadaki bouzouki, músico y poeta griego que se mantiene en movimiento entre territorios; Hussein al Rob, al dominio de la darbuka, bendir y riq desde Palestina y recién establecido en València; y Omran Adrah, prodigioso qanunista sirio.
Estos artistas, desplazándose por líneas geográficas y psíquicas, encuentran en la intersección común el pulso preciso para la traducción del mundo, la incredulidad ante la atrocidad y la alegría de compartirse en un mismo espacio de creación musical, transmutado en estación migratoria.
Ataxía es desorden, igual que el todo equilibrándose a cada latido en un cosmos perfectamente entrópico. Ataxía es la fragilidad y la fuerza del que no evita posicionarse y señalar. Aunque de camino a la muerte, el cantor se mantiene en la búsqueda de una pequeña libertad.
Especial agradecimiento a la formación Ataxía por la calidad, la calidez y el cariño brindado. A la organización de Xàbia Folk por las atenciones recibidas y la creación de espacios tan esenciales como este, y a los asistentes por su ejercicio de atenta y comprometida escucha.